Dice una antigua leyenda que existen tres duendes virtuosos que convierten los jamones del ibérico en prodigio:

La imaginación, ideando el ecosistema de las dehesas y vinculando el cerdo ibérico y la bellota; la experiencia, dejándolos secar y madurar lentamente, con arreglo a una sabiduría reposada; y el tiempo, que enseñó a juzgar los resultados y a rectificar los aspectos menos satisfactorios del proceso.

Esta leyenda es la base de nuestro secreto mejor guardado. Nuestros jamones son piezas artesanales elaboradas siguiendo un esmerado proceso de curación. «Una vez desangrados y sometidos al oreo, inician un lento y cuidado proceso de maduración, que sólo rendirá su fruto al cabo del tiempo.

En el salazón, los jamones se apilan entre densas capas de sal marina, tras lo cual se lavan, se moldean y se perfilan. Entran después en los secaderos artificiales donde eliminan el exceso de humedad. Este periodo, conocido como el asentamiento o postsalado, dura unos cuarenta días.

Pasan entonces a los secaderos naturales, donde permanecen hasta conseguir la curación deseada: cambiando su emplazamiento a medida que evoluciona su estado de añejamiento natural, sin prisas, sin maduraciones forzadas, haciendo requiebro a la climatología cuando es preciso, abriendo y cerrando puertas y ventanas, … en definitiva, mimando y protegiendo al jamón de cualquier sobresalto térmico.

Cuando pruebes los jamones del Culebrín, recuerda que estas consumiendo un producto natural.

0
    0
    Tu Cesta
    Cesta VacíaVolver a la Tienda
    Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
    Privacidad
    Abrir chat
    Consulta Web
    Ibéricos El Culebrín, En que podemos ayudarle?